Villancico de ranidad

Pedro Rovira Menaya, 13 años*

Mientras algunos se preguntan qué hacer con la mula y el buey, 

si los Reyes Magos venían de Oriente o cantaban sevillanas por el camino a Belén, en la charca de las ranas ya se ha montado el portal y todas croan y croan sin parar... 

Vamos, ranitas, vamos

vamos para Belén, 

que venga Nicolás

y sus papás también

Pero mira como beben

las ranas en la charca

pero mira como beben 

mientras Nico intenta cazarlas

Beben y beben y vuelven a beber

las ranas en la charca

por ver a Dios nacer

Ya vienen las ranas

con el aguinaldo

ya le traen al niño

todo lo que ha pedido

Vamos ranitas vamos

vamos para Belén

que venga Nicolás 

y sus papás también

FELIZ RANIDAD!!!

*Pedro Rovira es el hijo de una buena amiga y escritora de cuentos infantiles, Purificación Menaya, que se los pediré a Papá Noel en cuanto Nico sea un poco más grande. De momento os dejo en enlace a su blog y sus historias por si os apetece pasar por allí: El rincón de la bruja de chocolate.  Además, para Navidad, me ha escrito una preciosa Postal de Navidad ranuda que también comparto con vosotros. Feliz Navidad a todos! 

Margaritas para la abuela

Gateando de la cocina al salón, del salón a la escalera y, por debajo de la mesa, llego hasta la puerta. Aprovecho lo que yo creo un despiste, sin ver los ojos de mamá que no me pierden ni un segundo, y paso al otro lado. 
En el jardín de casa he visto flores. Las quiero para el cumple de la abuela. Son margaritas. Cojo una, otra y otra. Los mayores las deshojan así que yo también. Pero a mi modo. 

- Te quiero mucho. 

- Te quiero más. 

- Me quieres mucho

- Me quieres más...

El unicornio

El primer día, Nicolás miró al caballito desde lejos y no se quiso montar. Era tan grande que le asustaba. 

El segundo día, se acercó un poco más y le pasó su manita por la crin. Sus deditos desaparecían entre el suave pelo del caballo. Pero tampoco se montó. 

Esa noche Nicolás soñó con un precioso unicornio que no cabalgaba sino volaba entre las nubes, blancas y suaves. 

Al día siguiente niño y caballo se miraron a los ojos. Nicolás sonrió y le alargó el gorro puntiagudo de su último cumpleaños. 

El caballito, convertido en unicornio, relinchó y Nicolás, montado en su lomo, rió y rió. 

P.D. Niño y unicornio surcan los cielos de tarde en tarde. Si ves una nube con forma de caballo y te fijas bien, verás a Nicolás y, agudizando el oído, podrás oírle reír. Pero ojo! es contagioso. Yo desde que los he visto no puedo dejar de sonreír. 

¡¡Sorpresa!!

Todos creen que estoy viendo Pocoyó. Me concentro en la pantalla y me río de vez en cuando para que no sospechen nada. Todos se creen que no me entero, pero sé que hoy no es un día cualquiera. Lo he pensado mucho, mucho y lo tengo difícil. A mi me hicieron un montón de regalos, pero yo todavía no puedo ir de tiendas y tampoco sé cocinar una tarta con sus colores preferidos... Ya lo sé. Ssssssssshhhhhhh!!!! No digáis nada. Que ella es muy lista y me pilla. Sssssshhhhhhh!!!!. Que viene, que viene.... Ya se acerca...
Un abrazo, un beso gordo y hoy.... hoy no le tiro del pelo sino... ¡¡¡de las orejas!!

¡¡¡¡¡¡ FELICIDADES MAMÁ !!!!!!

Esto lo he dicho por dentro, que todavía no sé más, pero creo que ella me ha oído. Es que mi mamá es mucha mamá y, ahora, seguro que lo celebra bailando conmigo :-)

La fiesta

Caperucita Roja ha llamado a los siete enanitos, ellos invitaron a Hansel y Gretel que llegaron acompañados de Pocoyó y toda su troupe. 


Desde el País de las Maravillas, Alicia llegó a tiempo corriendo tras el Gato con botas. Pulgarcito también encontró el camino que fue marcando el Flautista desde Hamelin.

Allí estaban ya los tres cerditos bailando con Blancanieves mientras el lobo, nada feroz, por cierto, sobrevolaba la zona a lomos de Dumbo.

No falta nadie. Ni el grandote Srek ni la pequeña abeja Maya. Todos han seguido hasta Tardajos el Camino de Santiago sorprendiendo a los peregrinos a su paso.

Allí han buscado una casa especial. se han colocado bajo la ventana y .... 1,2,3.... 

           ¡¡¡ FELIZ CUMPLEAÑOS NICOLÁS !!!

Menos mal que allí estaba la Rana Gustavo para contárnoslo, que sino no nos enteramos :-)

Mi mamá me mima

Mi mamá me mima, 

me mima mi mamá,

 me canta canciones

y me abraza sin parar

Mi mamá me mima,

me mima mi mamá,

y si no quiero papilla,

tengo bibe para cenar

Mi mamá me mima,

me mima mi mamá,

aunque le tire del pelo

o le quite el móvil 

para jugar 

Mi mamá me mima,

me mima mi mamá

 y la abuela Loli

que es la mamá

de mi mamá

Dice Nicolás que feliz día de la Madre a la suya, y todas las que le rodean.

Muchos besos de su parte. 

El secreto

Mi papá tiene poderes. A simple vista parece un tipo normal, serio y formal, pero cuando se ajusta las gafas en la nariz y pone esa cara.... no puedo parar de reír. 
Mi papá tiene poderes. A veces no tengo ganas de comer ni de dormir y entonces me coge en brazos, me llama chiquitín, y soy feliz.
Mi papá tiene poderes. No importa lo cansado que esté, lo largo o difícil que haya sido el día, siempre tiene una sonrisa para todos y para mí.  
Mi papá tiene poderes. Pero no se lo digáis a nadie. Es un secreto. No lo sabe ni él. Algún día, cuando sea grande, se lo contaré.

 

*Nicolás me envío estas letras. Al fin de cuentas el blog es suyo. Pero ya sabéis, es un secreto.  

El pájaro y la jirafa






El pájaro y la jirafa se hicieron amigos nada más conocerse. El pájaro revoloteaba a la altura de la jirafa y juntos miraban las nubes por encima de las ramas de los árboles. Dos aleteos del pájaro eran como un paso de las largas patas de la jirafa y juntos iban de un lado para otro. 


El día que el pájaro se rompió un ala, la jirafa no dudó en ofrecerle su espalda para seguir viajando juntos por el bosque hasta encontrar un claro donde los árboles no impiden ver el cielo. Allí piensan quedarse hasta que el pájaro pueda volver a volar. 

La Luna de los deseos

- Cuenta una antigua leyenda que los deseos que lanzas al aire, incluso los que solo piensas, si son buenos, van a la Luna. Y desde allí, a la luz de las estrellas, vigilan la Tierra hasta que se cumplen. 

Olga se quedó dormida pensando que, desde tan lejos, tenía que ser difícil que los deseos se cumplieran. Así que, entre sueños, viajo a buscarlos a la Luna. Hizo un ramo de deseos, corazones, besos y volvió a la Tierra pensando: "Mamá se los tiene que llevar a Nicolás para que se los pongan muy cerca".  

Yo me bajo en Atocha

Me sobran los motivos para escribir la canción más hermosa del mundo en esta ciudad, pongamos que hablo de Madrid, donde los niños se ríen de las enfermedades y, aunque te tomes pastillas para no soñar, ves cómo aprenden a jugar por jugar y te obligan a abandonar calle Melancolía. 
Cada sábado me bajo en Atocha para cogerle en brazos, verle reir y firmar un pacto entre caballeros: que los cuentos que le cuente acaben bien.
Por eso, incluso en estos tiempos, en los que todavía quedan horas de hospital, me sirvo un whisky sin soda para brindar por las buenas noticias y cantar el rap del optimista mientras espero que suenen los primeros compases de la Orquesta del Titanic.

 

El barquito y Moby Dick

Dibujo de Juanlu



El barquito de cáscara de nuez, adornado con velas de papel, se hizo a la mar. Los marineros cantaban alegremente,

a la vida pirata se vive mejor...

cooooon la botella de ron

Entre trago y trago no vieron acercarse a Moby Dick. Cuando se dieron cuenta, estaban ya en su interior. Los marineros miraron hacia popa, miraron a estribor, y seguían viendo olas a su alrededor. Decidieron reír, remar y cantar e inventaron su propia canción: 

un barquito de cáscara de nuez,

que en su tripa llevaba Moby Dick,

navegar sin temor

en el mar es lo mejor... 

Pasados 19 días y 500 noches, Moby Dick les dejó en una preciosa playa llena de palmeras. De tarde en tarde vuelve a visitarlos, les saluda con la boca abierta y les lleva de viaje por los mares del Sur.

Cro, cro

Estaba una rana sentada cantando debajo del agua

cuando la rana se puso a cantar

llegó  Nicolás...

cro, cro, cantaba la rana

cro, cro, debajo del agua

cro, cro, pasó Nicolás

y el verde batracio

empieza a saltar

cro, cro cantaba la rana

cro, cro, saltaba en la charca

cro, cro, la agarra Nicolás

y con sus manitas

la quiere acariciar

cro, cro cantaba la rana

cro, cro, intenta escapar 

cro, cro, Nicolás la mira 

y entre risas

empieza a croar

cro, cro cantaba la rana

cro, cro, canta Nicolás

cro, cro ahora son amigos

y los dos juntos

no paran de croar



Los cerditos de colores

Éranse una vez los tres Reyes Magos, 

Melchor, Gaspar y Baltasar,

que venían cargados de regalos. 

Desde oriente traían en sus camellos, 

tres cerditos de colores

para entretener a los más pequeños.

Al cerdito rojo le gusta tomar el sol

el verde juega con las ranas en el jardín

y el azul a cielo abierto, repite su canción:



Dibujo de Juanlu



"Somos los cerditos de colores,

nos hemos hecho amigos del lobo

y de todo el quiera jugar con nosotros

Con el verde, croa que croa 

con el azul, miramos al cielo

y, con el rojo, te comemos a besos"



P.D. Los Reyes Magos confiamos en Edu y María para que le cuenten el cuento a Nicolás y le den, de su parte y de todos los que les quieren, muchos, muchos besos.