miércoles, 17 de julio de 2019

Ardió el Sol



Querido Nicolás,
Quiero guardar en tu rincón las palabras con las que hemos recordado a la abuela Loli. Las ha escrito el tío Feli y las firmamos todos.

Estamos aquí para acompañar a Loli. Sí, digo acompañar, porque no estamos preparados para despedirnos de ella. No solo porque todo haya pasado muy rápido, no lo creo. Creo que no lo estaremos nunca. 

Vamos solo a dejar que siga su viaje. Allá donde vaya, como siempre, tendrá un montón de amigos que la quieran. Porque esa es su seña de identidad. Ella ha sabido siempre ganarse el cariño de todos, de su marido, de sus hijas, de sus nietos, de sus hermanas, de sus familiares y de sus amigos. De todos. 

Aún me parece que, si cierro los ojos, la voy a sentir abrazarme. En todas las reuniones o fiestas, siempre era ella la primera en dar un abrazo, un beso, la primera en cantar el feliz cumpleaños con los niños, la primera en cocinar o en ayudar a los demás. La mejor. 

Por eso estará mucho tiempo con nosotros. La sentiremos cada vez que estemos juntos y cada vez que estemos solos, también. Ella estará con nosotros para animarnos, para ayudarnos, para seguir queriéndonos. 

Hasta siempre Loli. Te llevaremos siempre con nosotros.