El pájaro y la jirafa se hicieron amigos nada más conocerse. El pájaro revoloteaba a la altura de la jirafa y juntos miraban las nubes por encima de las ramas de los árboles. Dos aleteos del pájaro eran como un paso de las largas patas de la jirafa y juntos iban de un lado para otro.
El día que el pájaro se rompió un ala, la jirafa no dudó en ofrecerle su espalda para seguir viajando juntos por el bosque hasta encontrar un claro donde los árboles no impiden ver el cielo. Allí piensan quedarse hasta que el pájaro pueda volver a volar.
El pájaro y la jirafa se hicieron amigos nada más conocerse. El pájaro revoloteaba a la altura de la jirafa y juntos miraban las nubes por encima de las ramas de los árboles. Dos aleteos del pájaro eran como un paso de las largas patas de la jirafa y juntos iban de un lado para otro.
El día que el pájaro se rompió un ala, la jirafa no dudó en ofrecerle su espalda para seguir viajando juntos por el bosque hasta encontrar un claro donde los árboles no impiden ver el cielo. Allí piensan quedarse hasta que el pájaro pueda volver a volar.
Aunque sea desde lejos, nos quedamos todos en este claro del bosque hasta que Nico vuelva a volar, que será pronto. Seguro.
ResponderEliminarBsts
Dentro de poco ocurrirá al contrario, estaréis un poco más viejitos y Nicolás será el que cuide de vosotros, jejeje
ResponderEliminarUn besazo Nicolás!!!